ELLA NO TIENE NADA QUE DEMOSTRAR SINO LO REAL
Título original, The Woman in the Window, Año 2021, Duración 100 min, País Reino Unido, Dirección Joe Wright, Guión Tracy Letts. Novela: A.J. Finn, Música Danny Elfman, Fotografía Bruno Delbonnel, Reparto Amy Adams, Gary Oldman, Wyatt Russell, Fred Hechinger, Julianne Moore, Anthony Mackie, Jennifer Jason Leigh, Brian Tyree Henry, Tracy Letts, Jeanine Serralles, Liza Colón-Zayas, Mariah Bozeman, Daymien Valentino, Productora Fox 2000 Pictures, Scott Rudin Productions, TSG Entertainment, 20th Century Studios. Distribuidora: Netflix
“The Woman in the Window” -sí, comparte el mismo título que la famosa película de Lang de los años 40- es el nuevo film de Joe Wright, basado en el *bestseller* veraniego de A.J. Finn.
Tras un sufrido proceso de producción, llega a la plataforma Netflix este *thriller* protagonizado por la célebre Amy Adams, quien interpreta a una psicóloga infantil con agorafobia. Incapaz de salir de su casa, combina alcohol con medicamentos para la depresión. Su rutina nocturna consiste en ver películas clásicas de Hitchcock, acompañada de su gato Punch.
Con una clara referencia a “La ventana indiscreta” del maestro del suspenso (a quien Wright no se cansa de citar), Anna Fox se obsesiona con espiar a sus vecinos por la ventana, cámara de fotos en mano. Una noche, Ethan (Fred Hechinger), el joven hijo del matrimonio Russell, se presenta en su puerta con una torta de bienvenida. A partir de allí, comienza una relación de amistad entre ambos.
Amy no logra superar sus miedos. De la misma manera que Jeff en el clásico de Hitchcock, ella cree haber presenciado el asesinato de su vecina a manos de su marido. Mientras que para Jeff era una discapacidad física lo que le impedía salir de su departamento -una pierna inválida-, en el caso de Anna es su padecimiento mental lo que la atormenta.
Cuando Jane Russell aparece viva y coleando, todo parece más que claro: se trata de una alocada fantasía de una mujer depresiva. Pero ella no se conforma. Queda para el espectador la incógnita de si aquel hecho ocurrió o no. No es casual el nombre de la ¿víctima? Jane Russell fue una actriz e icono sexual de la etapa dorada de Hollywood. Como producto de su afición por el cine clásico, Anna se obsesiona con ella. “The Woman in the Window” nos muestra a una mujer frágil y afligida que busca, en aquello que observa, un escape a la realidad.
En una conversación con su psiquiatra, él le pregunta por su curiosidad por la vida privada de sus vecinos, a lo que Anna responde preguntándole qué es lo que él busca. Él le contesta que eso habla muy bien de su tratamiento. Ella, molesta, bromea con la idea de su “suicidio”, a lo que el profesional le reprocha: “Alguien que se va a suicidar no bromea con ello.” Es como si él percibiera que observar a los demás está mal, pero no si lo hace Anna. Para ella, es válido. ¿Por qué? Porque siente que merece algo mejor. La escena termina con ambos sentados en igualdad de condiciones. Buscar allá afuera lo que no se tiene es parte del proceso de recuperación. De ahí proviene su cinefilia extrema.
El problema del film reside en su tercer acto: la justificación de la trama no resulta convincente. Si bien ver a un desbordado Gary Oldman, a una sensual Julianne Moore o, incluso, a una irreconocible Jennifer Jason Leigh puede ser motivo de orgullo para cualquier técnico, en la película están completamente desaprovechados.
La dirección cumple apenas con lo esperable para una producción común y corriente de Netflix. El verdadero conflicto, entonces, radica en su débil desenlace. Cuando el espectador anticipa una dirección y la película toma un giro completamente distinto, se rompe el acuerdo tácito de suspensión de la incredulidad. La verdadera gracia estaba en el conflicto mental de la protagonista, en su fragilidad interna. Al trasladarlo al plano físico, la historia se desploma.
Más allá de su cuidada fotografía, el buen manejo del espacio y un uso de la música bastante efectivo, la narración decae y se desmorona hacia el final. Eso sí: se valora enormemente el amor por un tipo de cine que, evidentemente, ya no se hace o no se sabe hacer -como queda claro en este caso-. Más aún si se tiene en cuenta que la plataforma roja no suele destacarse precisamente por elevar la vara. Pese a todo, este film representa un intento digno de apuntar más alto. No así, lamentablemente, en lo narrativo.
Escrito por Leandro Germán Schmidt.
Disponible en Netflix.
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