Crítica a Barbie (2023): "La muñeca que dejó de jugar"

Ella es todo. Él es simplemente Ken.

Título original, Barbie, Año, 2023, Duración, 114 min. País, Estados Unidos, Dirección, Greta Gerwig, Guión, Greta Gerwig, Noah Baumbach. Personajes: Mattel, Reparto,     Margot Robbie, Ryan Gosling, Issa Rae, Kate McKinnon, Will Ferrell, America Ferrera, Michael Cera, Música, Mark Ronson, Andrew Wyatt. Canciones: Dua Lipa, Billie Eilish, Karol G, Fotografía, Rodrigo Prieto, Compañías, Warner Bros., Heyday Films, Mattel, LuckyChap Entertainment. Distribuidora: Warner Bros. Género, Comedia. Fantástico

“Barbie”, el gran estreno del año que compite codo a codo con “Oppenheimer” de Nolan, es la nueva película de la directora feminista Greta Gerwig, luego de hacer “Mujercitas” (2019) y “Lady Bird” (2017).

Barbie (Margot Robbie) vive en Barbieland, un mundo de colores repleto de alegría, música y baile. Desde que se acuesta hasta que se levanta su vida es una rutina constante, un bucle en donde los demás la saludan y ella está ahí para responder con una sonrisa de oreja a oreja. Ken (Ryan Gosling) por su parte, es un “complemento” de Barbie que no puede vivir sin su atención. Barbie es Barbie pero Ken es sólo y gracias a ella. Él desea reconocimiento pero nadie está ahí para aplaudirle.

Un día, ella se levanta y ocurre algo: tiene el pie plano. Lo que podría parecer anecdótico se transforma en preocupante para “Barbie Estereotípica”. Y es que el modelo de muñeca Mattel perpetúa los cánones de belleza ideal. El problema de fondo es que comienza a pensar en la muerte – una idea absolutamente descabellada – que da lugar al raciocinio, algo imposible en Barbieland. Para descubrir qué ocurre con ella tendrá que viajar al mundo real, al mundo de lo posible. Ken la acompañará en esta aventura, que es un camino de ida sin retorno.

Cuando llegan al mundo real, Barbie se encuentra con otra realidad totalmente ajena a la suya: el mundo está gobernado por los hombres. Acoso callejero, ejecutivos que menosprecian a sus empleadas y un abanico – limitado - de posibilidades dentro del panorama masculino. Para Ken esto es asombroso, en tanto su figura se realza. Los roles, por lo tanto se invierten. Barbie descubre que no es la protagonista que creía que era sino un simple títere dentro de una corporación de magnates interesados en explotar la idea, para su posterior venta.

Al comienzo de la película se muestra a niñas jugando con muñecas. Niñas que juegan pero tristes. De repente, asombradas miran a Barbie, figura esbelta y gigante, quién está vestida elegantemente con un traje de baño de la década de los 60. Años de revolución en materia de lo sexual y de derechos a conquistar. Esta escena da pie a lo que sigue: las mujeres encontrándose con ellas mismas.

Ahora, bien: ¿es “Barbie” una película feminista? ¿O solo aparenta serlo? En la balanza entre contar y vender, está más que claro que prima lo segundo para los ejecutivos de Mattel, que vieron su gran oportunidad: reivindicar a su gran fuente de ingresos actualizándola a los tiempos que corren. Sin embargo, una directora creativa como Greta no se iba a quedar atrás.

El valor de “Barbie” no reside en su declaración de intenciones, sino en lo que oculta. Utiliza una temática tan de boga en estos tiempos como lo es el feminismo, para en verdad hablar de otra cosa. No se trata de realzar a la mujer, sino al ser humano. Para ello, se nutre del humor sarcástico y de doble sentido (gran parte del alma de la película); y de una paleta de colores pastel, aderezado con una estética puramente camp.

El lema de Mattel ha sido desde siempre “sé lo que quieras ser”. Así, existe Barbie Doctora, Barbie Arquitecta, Barbie Abogada, etc. Pero ¿qué pasa si no se sabe qué se quiere ser? Esto es lo que le acontece a la protagonista en el film. Desde el comienzo de la película, se muestra a Margot complaciendo a los demás, haciendo “noches de chicas” y bailando sin pensar. Es lo que se espera de ella. Lo que le impone su mundo. Sin embargo, hay algo que le resuena en la cabeza a Barbie y es la idea de la muerte. Desde que se es niño, se juega con muñecas. Tal vez, para evadirse de esa realidad. Como le dice uno de los personajes (central en la trama) a ella: “Sí, la vida no es perfecta, ¡pero me diste esperanza!”. Y es que para crecer sólo basta dejar de jugar por un momento y tomar las riendas de nuestra existencia. ¿Quién mejor que Barbie – la muñeca más vendida de la historia – para ello?

“Barbie” es, por lo tanto, una propuesta llena de color rosa, que invita a pasárnoslo en grande en una sala de cine, y contiene en su interior un mensaje reflexivo, que tal vez pueda pasarse en alto, si se va solamente empujados por la “barbiemania”.

Escrito por Leandro Germán Schmidt.

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Disponible en cines.